La Costa Brava siempre ha sido un modelo de veraneo de calidad y de acogimiento para aquel viajero que quisiera visitar sus pueblos. Precisamente es este hecho diferencial el que ha hecho que a lo largo de más de 80 años muchos hayan querido conocer este entorno privilegiado.

S’Agaró, sintesis de pueblo marinero y cuidad jardín mediterránea, despega con una mirada desafiante al mar y huye de las masas para adentrarse dentro de un exquisito paraje, de perfecta armonía urbana y marinera.

«Un pequeño pueblo catalán integrado en el medio». Tradición y modernidad forman una simbiosis perfecta que convierte en un paisaje paradisiaco, de quietud y a la vez excitante actividad de verano, garantia de futuro y continuidad.

Muchos antes de que el medio fuera un objetivo de sueño urbanistico, S’Agaró estuvo promovida por parte del industrial Josep Ensesa y Gubert (Sarrià de Ter 1892-S’Agaró 1981y proyectada por el arquitecto Rafael Masó Valentí (Girona 1880-1935) quien realizó todos los espacios y edificios de servicios además de varios chalets y torres privadas. Después, otras edificaciones han sido proyectadas por otros arquitectos de gran renombre en todo el mundo.

El 3 de mayo de 1989 se construyó la «Entitat Urbanística de Consevació de S’Agaró con la obligación y voluntad de proteger y preservar el espiritu de S’Agaró, los sueños de su promotor y proyectar a todos sus residentes, a la institución municipal y a los cuidadanos de Platja d’Aro el orgullo y el honor de disfrutar de la singularidad única e irrepetible dentro del territorio.